Zig, zag, zoom. Siempre hay una nueva forma de recorrer este laberinto sin fin.
Promueve la motricidad fina estimulando la destreza, la coordinación ojo-mano y la habilidad manual. Fomenta en el niño la solución de problemas, a través de la lógica, el emparejamiento, las relaciones espaciales, el pensamiento crítico y la comprensión causa/efecto. Edad 6m+